"La edad se apodera de nosotros sin sentirla legar." (Francis Bacon)
Llega una etapa de nuestra vida donde todos llegamos a ser ancianos, seremos viejos y arrugados, desde los más guapos, los más inteligentes, los más buenos, todos. Nos llegaremos a encontrar cansados, delicados y porque no sensibles. Es donde decimos que el mundo da vueltas y como trataste te tratarán. Es la etapa donde más cuidado necesitaremos, más amor y más comprensión, volvemos a ser niños.
Es la ley de la vida “Todo lo que nace debe de morir”, y no nos debemos preocupar porque es algo natural que a todos nos pasará. A pesar de que lleguemos a viejos, abuelos, ancianos somos y siempre seremos personitas del bien, preparadas e instruidas para afrontar cualquier cosa, para así enseñar y transmitir buenas y malas experiencias a nuestros futuros hijos, nietos, y próximas generaciones y seguiremos llenos de amor para dar mientras Dios nos lo permita.
No hay que preocuparnos y seguir cada uno con nuestros caminos, seguir cada día activo, que sea digno de nosotros mismos, aprendiendo más y de esa manera enseñar más a los que nos rodean, dejar esa semillita y huella en cada uno, así dejamos aportado algo a la sociedad, a nuestra generación que irá creciendo en los demás que vengan a este maravilloso mundo.
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